PROTECTORA VIRTUAL DE ANIMALES Y PLANTAS
DIRIGIDA POR ADOLESCENTES

sábado, 28 de mayo de 2016

EXCURSIÓN A LA DEHESA

El miércoles 25 de mayo de 2016 los alumnos de la Comisión de Protección Animal de 2ºAA junto con otros compis del curso y de otros grupos (2ºAB, 2ºBA, 2ºBB y 2ºE), nos fuimos de viaje a Riópar (Albacete). Después de más dos horas en el autobús, escuchando canciones y con algún que otro compañero mareado... (¡hasta tuvimos que parar una vez! Jajaja), por fin llegamos a Riópar y como nuestro chófer era de allí, mientras íbamos viendo paisajes muy bonitos, con muchos árboles verdes, nos contó, entre otras curiosidades, que allí había muchos pinos negros (Pinus nigra) de los que se usa su resina para hacer pegamentos ecológicos.



Cuando llegamos al Centro de Educación Ambiental "La Dehesa" nos estaban esperando tres monitores para guiarnos por su "Itinerario de la Naturaleza", donde tienen animales representativos de nuestra fauna ibérica. Nos dejaron una media hora para almorzar y descansar un poco del viaje y luego nos explicaron lo que íbamos a ver y cómo debíamos comportarnos ante los animales. Nuestros profes nos separaron en dos grupos (los bilingües por un lado y los no bilingües, nuestro grupo, por otro) y Marta fue la guía de nuestro grupo.




Lo primero que nos enseñó a nuestro grupo fue el recinto de los perros, dos mastines, ¡qué eran preciosos y enormes! Y nos contó que esta raza de perro se utilizaba para proteger al ganado de los posibles ataques de los lobos. Estos perros eran muy simpáticos y cariñosos y, además eran los guardianes del centro, Marta nos contó que cuando no estamos los visitantes por medio, los sueltan y protegen todo el terreno.






Luego vimos una planta a la que llaman "tapaculos", que es un arbusto del género del rosal silvestre y la llaman así porque cuando los animales se comen su fruto les cuesta mucho hacer de vientre.



 



Después llegamos a un estanque en el que había un pato, dos pollas de agua y un ganso. Marta nos explicó que las pollicas de agua se llaman así porque se mueven como las gallinas y los pollos, se impulsan moviendo la cabeza hacia adelante y hacia atrás; también nos dijo que los machos y las hembras son prácticamente iguales.


 



Sin embargo, nos dijo que en los patos el macho es mucho más colorido que la hembra para llamar su atención y la de los depredadores (así las hembras están protegidas para incubar sus huevos). Además, las anátidas tienen una glándula que les impermeabiliza las plumas para que, aunque estén mojados, puedan volar en caso de peligro.







También nos contó que los gansos tienen mucho carácter, tanto que incluso también se utilizan como "perros guardianes" ¡y nos dijo que hasta los mastines les tienen respeto! Jajaja.


 


Luego fuimos al recinto de las aves rapaces, nos dio mucha pena que estuviesen atadas pero Marta nos dijo que, si no las mantienen separadas, se pelean entre ellas. ¡A ver si para el año que viene tienen recursos suficientes para que cada una tenga su propio recinto!
También nos dio muchísma pena ver cuando los alimentaron con pollitos de dos días, pero claro, es que son animales salvajes y es lo que ellos saben cazar...

 

Nos explicó que las rapaces tienen muy buena vista, sobre todo las nocturnas, un oído muy desarrollado (aunque no tengan orejas) y patas llenas de plumón.







A esta familia pertenece el búho real ¡qué hasta puede comer gatos y perros pequeños! y que ponen sus nidos en grandes rocas donde se pueden camuflar porque sus colores son similares.











Las lechuzas también pertenecen a este grupo, ellas se alimentan de ratas, ratones, pollitos y culebras. Ponen sus nidos en nichos vacíos de los cementerios, en campanarios y en caserones abandonados (muchas veces se las confunde con fantasmas por su forma de ulular y ¡porque sus ojos hasta pueden brillar en la oscuridad!). Su vista es 100 veces superior a la nuestra y, al parecer, son muy sedentarias.











Otra ave rapaz es el halcón peregrino, que es diurna y de plumas compactas, es el ave más rápida de todas, puede alcanzar los 300 km/h. Caza pajaritos en el aire, atontándolos al golpearles con sus alas. 






 

 

Seguimos el recorrido y llegamos hasta los muflones, que estaban cambiando el pelo y se les veía como con trasquilones o calvas por el cuerpo, ¡estaban muy graciosos!



 


Marta nos explicó que los machos tienen unos cuernos que son huecos y muy fuertes pero que las hembras pueden tenerlos o no y que, si los tienen, son más pequeños.

 
 




Luego fuimos a ver a los gamos que proceden de Mesopotamia y los trajeron aquí los romanos para "adornar" sus campos. Ellos tienen cuernas, pero sólo los machos que, además hacen un sonido ronco que les sirve para "ligar".





Luego fuimos a ver a los jabalíes, que lo que tienen son grandes colmillos y cuyo pelaje está compuesto de cerdas (pelos muy gruesos y resistentes). A ellos les encanta bañarse en el barro (¡de hecho iban totalmente embarrados! Jajaja) y pueden tener hasta 12 crías en cada parto.







Marta también nos contó que a los jabalíes les gusta hacer agujeros en la tierra para tumbarse y por eso muchos árboles estaban con las raíces por fuera. Además nos dijo que no nos apoyásemos mucho en la valla porque comen de todo, ¡incluso gorras o cámaras de fotos! 



 




El siguiente recinto que visitamos fue el de los ciervos, aquí ya estábamos cansadillos porque llevábamos ya más de una hora de recorrido, así que algunos hicimos un pequeño descanso sentándonos durante la explicación, jijiji.










Los ciervos son los "hermanos mayores" de los gamos, son hervívoros y hacen "la berrea" en su época de reproducción.













¡¡Y lo mejor de todo es que pudimos darles de comer!!










Cogimos puñados de avena y se la acercábamos a un hueco de la valla por donde ellos podían meter sus cabezas y comer directamente de nuestras manos.











¡Fue muy divertido pero nos dejaron las manos llenas de babas! Jajaja.









Luego, cuando nos íbamos hacia la zona de los lobos, vimos una especie de escarabajo alargado que nos llamó mucho la atención (¡a algunos nos dio un poco de repelús! ¡pero a una de nuestras compis le encantan los insectos así que lo cogió y todo!). Ese escarabajo se llama aceitera, porque segrega una sustancia muy parecida al aceite.





 



Marta nos contó que tenía esos colores rojos para avisar de que era venenoso, pero sólo cuando se siente amenazado es cuando suelta la sustancia venenosa, por eso estuvo paseándose por nuestras manos con toda la tranquilidad del mundo ya que sabía que no le íbamos a hacer daño. 





Seguimos nuestro camino y justo antes de llegar al recinto de los primero lobos, Marta nos contó que su pelaje tiene una línea negra muy característica en cada pata delantera y en la cola. También nos dijo que el macho puede pesar 40 kg y que van en manadas de 4 a 6 individuos. Las hembras pueden tener de 2 a 5 crías y paren en un agujero que hacen en el suelo.









En el primer recinto vimos a una pareja de lobos que ya eran muy viejitos pero seguían siendo bastante activos. Marta nos contó que los lobos podían vivir unos 11 años con mucha suerte (porque son muchos los peligros de vivir en estado salvaje...).











Estos animales se han criado aquí y por eso conocen ya a los monitores, que son también sus cuidadores y los que les dan de comer, por eso se acercan mucho a las rejas, ¡tanto que si apoyas la mano en ella hasta los puedes tocar!












Como sabían que Marta les iba a lanzar algo de comida estaban un poco nerviosos y no paraban de correr de un lado a otro esperando la carcasa de pollo que ella estaba preparando.













Y es que los lobos son carnívoros ¡aunque también les gustan mucho las frutas dulces como los higos!












Tienen unos colmillos muy desarrollados, pero también sus muelas lo están, ¿veis cómo mastica de lado el trozo de pollo? ¡Lo devoró en un momento!










Ya de vuelta hacia el punto de partida del itinerario (que es más o menos circular) pudimos ver dos gatos monteses, una hembra y un macho, que son grandes trepadores y también son carnívoros (Marta también les lanzó trozos de pollo). Cuando la hembra pare, suele tener 2 crías como mucho y suelen ser o dos hembras o dos machos, es raro que tengan "la parejita" de macho y hembra.





Luego vimos una garduña que es nocturna, una asesina nata y muy buena trepadora también. Nos pareció muy curioso que, aunque su época de reproducción sea en verano, pueden dejar latente el óvulo fecundado hasta un par de meses antes del verano siguiente para que sus crías nazcan durante el buen tiempo y aumentar así sus posibilidades de sobrevivir. ¡¡Qué listas!! Nuestra profe nos ha dicho que eso se llama "implantación diferida" y es muy común en los "mustélidos" (o sea las nutrias, comadrejas, tejones, martas y garduñas) pero también los corzos, los canguros, algunos osos o focas pueden tenerla.






Después vimos el recinto de las ginetas (¡porque ellas estaban durmiendo y apenas les vimos algo de espalda! Jajaja), que son también asesinas natas y nocturnas. Nos pareció curioso que siempre hacen sus necesidades en el mismo sitio, ¡en este caso en la mismísima puerta del recinto! jejeje.












Finalmente estuvimos en el recinto de los lobos jóvenes, hijos de la pareja que habíamos visto antes, el macho era un poco "especial" porque no le gusta que lo toquen (aquí no pudimos apoyar la mano en la reja) y además aullaba cuando nosotros aullábamos, ¡así que estuvimos "hablando" un poco con él!







El recorrido fue bonito, interesante y divertido; y, aunque duró más de dos horas, ¡no se nos hizo nada pesado! (bueno va, confesamos que a alguno de nuestros compis sí... jajaja).




Después de despedirnos de nuestros monitores, nos juntamos otra vez los dos grupos y nos fuimos en el bus hasta la zona de aparcamiento y merendero del nacimiento de río Mundo, allí nos dejaron sobre una hora para comer y descansar un poco y después de comer nos adentramos en la ruta que sube hasta el nacimiento del río.


 


El lugar era precioso, había árboles enooormes y rodeados de mucha vegetación y había muchos pequeños riachuelos que se unían al río en diferentes puntos.








Estuvimos haciéndonos muchísimas fotos y saltamos las piedras del río para poder seguir el sendero, fue muy divertido y nos lo pasamos muy bien, ¡hasta una compi casi se cae dentro, menos mal que llevaba muy poca agua! Jajaja.








Eso sí, como ya estábamos un poco cansados de andar y nos entretuvimos tanto haciéndonos fotos, ¡sólo conseguimos llegar hasta el primer mirador del nacimiento del río! Jijiji.






El sitio nos encantó, así que el próximo año tenemos que volver y llegar hasta arriba del todo (aunque es verdad que uno de nuestros profes y uno de nuestros compis sí que subieron hasta allí, ¡los más activos!).


Al final nos enfrentamos a las dos horas del viaje de vuelta, esta vez viendo una peli y con más compañeros mareados (¡así que tuvimos que hacer otra parada de emergencia antes de llegar! Jajaja).

Fue una excursión muy chula, ¡queremos repetir!.
La Comisión A.Y.A.

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