Como dijo una vez Inmanuel Kant “Podemos juzgar el
corazón de un hombre según trata a los animales” y en muchos casos se demuestra
que vivimos rodeados de seres sin corazón. Vivimos en un mundo donde impera la
ley del más fuerte, donde el grande demuestra que lo es destrozando y
humillando al pequeño. Sinceramente a mí me resulta difícil entender cómo con
comportamientos como estos seguimos considerándonos grandes...
Cada día se ven numerosos casos de maltrato animal,
animales indefensos destrozados por el ser humano; y esta vez vamos a hablar de
un caso en especial.
Lucía fue encontrada el martes de la semana pasada por nuestra coordinadora, Maika, en medio de la carretera de Yecla a Villena, por su estado suponemos que fue
atropellada y se dieron a la fuga. La pobrecita a causa del golpe tenía la mandíbula
destrozada, por tanto, no podía comer ni beber.
El tiempo vagando en este
estado produjo que cuando la encontró nuestra profesora y la recogió estuviera en graves
condiciones de desnutrición y deshidratación.
Pero, aunque una persona con gran corazón la rescató, la subió a su coche y la llevó
hasta donde los voluntarios de la Protectora de Villena le pidieron para poderla llevar de urgencia al veterinario, a pesar de todo el esfuerzo, no fueron capaces de salvarla.
Lucía, como la llamaron en la Protectora de Villena, estuvo dos días hospitalizada con suero intravenoso, le hicieron radiografías, analíticas y le pusieron tratamiento. El tercer día vomitó sangre y tuvo una crisis convulsiva, tenía hemorragia interna, le hicieron una transfusión sanguínea pero finalmente su corazón se paró. Intentaron reanimarla sin éxito. La veterinaria estuvo 8 horas sólo con ella ese día, pero no se pudo hacer nada... Nuestro pobre angelito de cuatro patas ahora descansa en paz.
Duele pensar que, quizás si quien la golpeó con su coche le hubiese prestado auxilio, se podría haber salvado. Nuestra profesora llegó tarde...
Y por eso es necesario llamar a la concienciación de las
personas en contra de los desalmados que maltratan, que abandonan, que se dan a
la fuga, que dejan animales a la deriva, a su suerte como si su vida no tuviese
importancia.
Por suerte queda gente buena, gente que ayuda sin
pedir nada a cambio que lo dan todo por estas pequeñas criaturas que lo merecen
todo y que lo han perdido todo por culpa del ser humano.
El grupo
AYA-EsenRed de nuestro instituto es un grupo animalista-ecologista que lucha por conseguir un
instituto sostenible y la mejora de la calidad de vida de los animales. Y por eso damos ejemplo de estas buenas acciones hacia los animales contribuyendo con
recogidas de dinero para poder pagar los gastos veterinarios de estos animales que se cruzan en nuestro camino y están en situaciones críticas, por lo que propusimos una
recaudación para el caso de Lucía, aunque finalmente no nos dio tiempo a hacerla debido a su rápido fallecimiento....
Es necesario que todos
apoyemos en la medida de lo posible a las protectoras y grupos animalistas y sobre
todo debemos considerar el hecho de darles una segunda oportunidad de vivir como se
merecen estos seres vivos que lo han pasado tan mal. Mientras tanto todos los
que amamos y luchamos por los animales mantendremos la esperanza de que algún
día estas historias tan trágicas y tristes no vuelvan a suceder.
Lucha por ellos, lucha
aunque todo esté en tu contra, lucha aunque parezca imposible, lucha y nunca te
pares porque TÚ puedes cambiar el mundo, puedes cambiar SU mundo.
Cristina Camarasa (Comisión AYA).
