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jueves, 26 de marzo de 2015

EXCURSIÓN A PRIMADOMUS





El jueves 12 de marzo de 2015 hicimos una excursión doble, primero fuimos al Centro de Recuperación de Primates "PRIMADOMUS", al llegar nos estaban esperando dos chicas para guiarnos en la visita. Antes de entrar nos explicaron cómo teníamos que comportarnos ante cada animal porque muchos de ellos tienen ciertos traumas debido al maltrato que han sufrido.





Estuvimos paseando por todo el recinto y nos íbamos parando en cada zona vallada donde estaban separados los animales, estaban en grupos de su misma especie y en cada recinto estaban los individuos que se llevaban bien entre ellos. Ellas nos contaban las historias de algunos de los primates que íbamos viendo y nos explicaron cómo se organizaban las manadas.






Antoine



En la primera zona habían chimpancés y la historia que más nos impactó de los que estaban en ese recinto fue la de Antoine que es un chimpancé que fue cogido como mascota cuando era un bebé junto a su hermana Prudence para tenerlos en una casa, cuando crecieron y se hicieron muy grandes, los duños ya no querían que estuviesen por la casa así que lo encerraron en un sótano y los separaron por un muro. Los dueños no entraban para nada al sótano y les enseñaron a intercambiar sus cacas por comida para "mantener el sótano limpio". Esta historia no nos gustó nada porque no se puede tener a un animal así metido en un sótano durante años sin relacionarse con nadie... Debieron sentirse muy solos y tristes...





En el siguiente recinto habían macacos cola de cerdo, se llaman así porque tienen su cola enroscada como la de los cerditos. Es una especie vulnerable que vive en el sureste asiático. Son nerviosos y excelentes escaladores por eso casi siempre están en los árboles. Lo que más llama la atención de ellos es que saludan levantando las cejas y la barbilla y sacando el morrete como haciendo un puchero.




Lázaro



En este recinto la historia de Lázaro era la más triste, él trabajaba en un hospital donde lo llevaban a las habitaciones de los niños en una pequeña jaula y lo hacían saludar a cada niño para divertirlos, al cabo de un tiempo a los niños ya no les hacía gracia sino que les daba mucha pena y pidieron que lo liberasen. Ahora que ya está en Primadomus han visto que se le han quedado las piernas encogidas de crecer en una jaula minúscula y no puede andar bien, además saluda constantemente, se le ha quedado como un tic nervioso fijo y, si ve que la gente lo mira a los ojos, se pone muy nervioso y empieza a rascarse las piernas hasta hacerse heridas con sangre. Nos dió muchísima pena verlo en ese estado de continuo saludo...






 

Luego conocimos a los monos verdes que se llaman así porque tienen el lomo verdoso, tienen una cosa muy graciosa y es que sus testículos son de color azul intenso muy llamativo. Viven en África y tienen un montón de sonidos de alerta, cada uno diferente para avisar de cada tipo de peligro.





Después estuvimos con los macacos de berbería que están en peligro de extinción porque ya sólo están en pocos lugares del mundo como en Marruecos o en Argelia y sus poblaciones están muy fragmentadas porque su hábitat se ha ido destruyendo. Además los humanos cazan a su crías para venderlas como mascotas y debido a este tráfico ilegal este tipo de primate es el que más abunda en Primadomus.










La historia que más nos impactó fue la de Malta que, cuando era un bebé, estuvo envuelto en cinta para embalar dentro de una maleta para ser transportado ilegalmente de Libia a Malta (de ahí viene su nombre) y fue incautado en la aduana.










Finalmente estuvimos en otro recinto de chimpancés donde estaba la hermana de Antoine, Prudence, con unos cuantos chimpancés más ya que esta especie es muy social, le encanta vivir en grandes grupos con una jerarquía bien organizada. Esta es la especie más próxima al ser humano, tenemos un 98,4% de ADN en común.







En este recinto queremos destacar la historia de Achille que es un macho de 40 años que, desde bebé fue obligado a trabajar en un circo. Le ponían vestiditos y zapatos y lo hacían montar en un triciclo por la pista; cuando se hizo mayor, para evitar que les mordiese cuando lo disfrazaban, le arrancaron los colmillos y le provocaron una terrible infección que debió ser muy dolorosa... Cuando ya era demasiado grande para ir en el triciclo, lo dejaron en una jaula y le daban vino y chocolate para divertir a la gente a su costa. Nos dió mucha pena, la gente que hace estas cosas tendría que pasar por esa situación y ver lo que se siente...






Nos parece genial que se haya construido un sitio como Primadomus (que además de todos estos recintos también tienen una enorme zona de cuarentena donde ponen a los primates recién llegados para darles los cuidados veterinarios que necesiten y para que se acostumbren a su nuevo hogar), además pensamos que deberían de haber más lugares así y no sólo para primates, sino para todo tipo de animales. Primadomus está muy bien montado para que los animales que viven allí encuentren un lugar lo más parecido posible a su hábitat natural y donde pueden estar bien cuidados. Ellos necesitan ayuda para poder mantener el lugar en buenas condiciones y poder cuidar bien de estos animales, ¡animáos a conocer el lugar y aportad vuestro granito de arena!


Por último también queremos que quede claro que cada uno de nosotros debería cuidar de los animales que llegan a nuestras vidas y hacerse realmente responsable de ellos; y también tener la capacidad de saber que algunos animales no se pueden tener como mascotas domésticas porque son animales que lo pasan muy mal fuera de sus hábitats y que necesitan estar con animales de su misma especie. Y, por supuesto, reiterar que estamos en contra del maltrato animal al que la mayoría de estos animales son sometidos.

Andrea, Juana Mª, Ana, Samantha y Violeta.

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